La Dualidad del Valor
Subjetividad y objetividad en la apreciación Humana
En el ámbito de la filosofía, el concepto de valor ha sido
objeto de debates e interpretaciones diversas. ¿Es el valor algo subjetivo,
derivado de las respuestas fisiológicas y psicológicas del individuo? ¿O es
objetivo, existiendo independientemente de un sujeto o de una conciencia
valorativa? En este artículo, basado en las reflexiones de Frondizi (1958), inspeccionaremos la dualidad del valor y examinaremos la relación entre la
subjetividad y la objetividad en su apreciación. Analizaremos la importancia de
la valoración en relación con los valores y reflexionaremos sobre la distinción
entre percepción y valor, así como la relación entre verdad y objetividad.
La subjetividad del valor
Según Frondizi (1958), el valor será subjetivo si su
existencia, significado o validez se derivan de las respuestas fisiológicas o
psicológicas del sujeto que valora. En este enfoque, el valor se convierte en
una experiencia personal y única, dependiendo de la percepción y las emociones
individuales. Cada persona puede atribuir diferentes valores a las cosas en
función de su experiencia y perspectiva. Esta subjetividad del valor nos lleva
a reconocer que la apreciación de los valores puede variar de una persona a
otra.
La objetividad del valor
Por otro lado, Frondizi plantea que el valor será objetivo
si existe independientemente de un sujeto o de una conciencia valorativa. Esto
implica que el valor tiene una realidad y validez en sí mismo, más allá de las
experiencias y percepciones individuales. Los valores objetivos tienen una
existencia independiente y pueden ser reconocidos y apreciados por diferentes
individuos, incluso si su valoración personal varía. Esta objetividad del valor
nos invita a considerar que hay aspectos universales y compartidos en la
apreciación de ciertos valores.
La relación entre valoración y valores
La distinción entre valoración y valores es esencial para
comprender la relación entre subjetividad y objetividad en la apreciación de lo
que consideramos valioso. Los valores son los fundamentos o criterios en los
que basamos nuestra valoración, mientras que la valoración es el acto de
asignar un valor a algo. Es importante reconocer que la valoración no puede
existir sin valores previos. Los valores brindan un marco de referencia para
nuestra apreciación y nos guían en la determinación de lo que consideramos
valioso. La interacción entre valoración y valores nos permite dar sentido y
significado a nuestro entorno.
La percepción y el valor
En relación con la subjetividad del valor, Frondizi señala
que tanto la percepción como el valor captan una cosa, pero no la realizan
realmente. La percepción nos permite experimentar y percibir los objetos o
fenómenos, mientras que el valor está relacionado con la importancia, la
utilidad o el significado que atribuimos a ellos. La percepción del valor es
subjetiva, ya que implica nuestras respuestas emocionales y cognitivas a algo.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que nuestra percepción puede influir
en nuestra apreciación de los valores, pero no define la realidad objetiva de
los mismos.
La verdad y la objetividad de los valores
En contraposición a la subjetividad de la percepción del
valor, Frondizi sostiene que la verdad se basa en la objetividad de los hechos,
no en el juicio individual. Esto implica que los valores objetivos tienen una
realidad y validez que trasciende nuestras opiniones personales. La objetividad
de los valores nos desafía a buscar fundamentos sólidos y universales en
nuestra apreciación de lo valioso. Aunque nuestras percepciones y valoraciones
pueden ser subjetivas, podemos aspirar a comprender y reconocer los valores
objetivos que contribuyen a una vida plena y significativa.
Conclusión
En conclusión, la dualidad del valor nos invita a reflexionar
sobre la subjetividad y objetividad en la apreciación humana. Si bien los
valores pueden tener una base subjetiva en nuestras respuestas individuales,
también existen valores objetivos que tienen una realidad y validez
independiente de nuestras percepciones. La interacción entre la valoración y
los valores nos permite dar sentido y significado a nuestra experiencia,
mientras que la distinción entre percepción y valor nos ayuda a comprender que
la apreciación no define la realidad objetiva de los valores. Al explorar esta
dualidad, podemos desarrollar una comprensión más profunda de cómo asignamos
importancia y significado a nuestras vidas.
Referencias:
Frondizi, R. (1958). ¿Qué son los valores? Introducción a la
axiología. México: Fondo de Cultura Económica.